Ya puedo correr.

Después de dos meses de gimnasio y recortes en las comidas, ya he bajado talla en los pantalones. Es decir, me puedo poner los que antes no podía tener.
Tras la boda del sabado llegue al lunes en 112 kg. No hice ninguna actividad el domingo, más alla de darle un manguerazo al coche. Estos dos días no han sido productivos en las máquinas.
Este martes probé a no dormir la siesta y el rendimiento fue bajo, eso sí rompo a sudar cada vez más pronto, es decir que mi activacción es más rápida.
Esta mañana estoy en 110,3 kg. espero mantener el domingo los 109, ya que tengo otra boda.
Afortunadamente nos hemos de acuerdo los invitados para alquilar un autobús, la mejor solución por seguridad y coste.
En todo caso la mejoría es apreciable. He alcanzado el bus a la carrera en un trote de 30 metros, sin dolor artícular ni ahogo. Se nota que he iniciado la cinta.

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